En la última década del siglo XVI Luis Cárdenas Saavedra
funda en Caracas una Escuela de Música subvencionada por el Ayuntamiento.
El canto llano era la materia esencial de este centro de enseñanzas musicales.
Esta es la primera etapa en el desarrollo musical venezolano. Su influencia
ha de proyectarse en los siglos posteriores hasta alcanzar la mas alta y
significativa de sus concreciones en la segunda mitad del siglo XVIII con
el florecimiento de la Escuela llamada del Chacao, establecida hacia 1770
por el sacerdote Pedro Palacios Sojo (1739-1799), y dirigida por Juan Manuel
Olivares (1760-1797), primer músico venezolano.
Entre los nombres mas destacados de este movimiento creativo del período
colonial figuran José Angel Lamas (1775-1814), el más destacado de todos
ellos, autor de "Misa en Re", "Popule Meus", "Salves", etc., obras que se
caracterizan por la seriedad formal, finura de su inspiración y calidad
de estilo; José Caro de Boesi (1780-1814), autor de música sacra, fusilado
por los españoles en Cumaná; Juan José Landaeta (1780-1814), autor de la
canción "Gloria al bravo Pueblo", proclamada como Himno Nacional; Cayetano
Carreño (1766-1836), organista en la catedral y autor de música sacra; etc.
De estos músicos se conservan un buen número de partituras, casi todas de
música religiosa: misas, motetes, trozos litúrgicos, y algunas sinfonías.
Humboldt, que visitó Caracas en 1799, escribió: "He encontrado en las familias
de Caracas un decidido gusto por la instrucción y notable predilección por
la música que cultivan con éxito"... Este intenso movimiento musical del
siglo XVIII, se desarticula en los primeros años del siglo XIX. La guerra
de independencia produce una violenta conmoción en los espíritus de estos
músicos que disfrutaban de la poética tranquilidad del Chacao. Muchos de
ellos intervienen dirctamente en las luchas, enrolados en las filas patriotas,
y son fusilados por los españoles.
Desaparecido el grupo del Chacao en el
fragor de la lucha, se inicia hacia 1820 el resurgimiento. Comenzó a actuar
entonces una Sociedad Flarmónica que ofrece varios conciertos. A mediados
de siglo se destacan los nombres de Lino Gallardo, compositor y pedagogo;
José María Montero (1790-1865), violinista, maesro de música de varias generaciones;
José Angel Montero (1839-1881), hijo del anterior, autor de la primera ópera
venezolana "Virginia", estrenada en Caracas en 1873; Felipe Irrazabal (1816-1873),
pianista e historiador muerto trágicamente en un naufragio; José María Gómez
Cardiel (1805-1872); Francisco M. Tejera (1840-1878); Federico Villena (1835-1882);
José G. Núñez (1834-1905); Salvador N. Llamozas (1854-1904); Cesáreo Suàrez
(1837-1890); etc.
En 1868 se inauguró el primer Conservatorio de Música;
en 1887 la Academia de Música en el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Entre los modernos compositores de venezuela figuran: Vicente Emilio Sojo
(1887), admirable figura, fundador y director permanente de la Orquesta
Sinfónica de Venezuela; Juan Lecuna (1898-1954); Moisés Moleiro (1905);
Juan Bautista Plaza (1898); Carlos E. Figueredo (1909); José Antonio Calcaño
(1900); Angel Sauce (1911); José Clemente Laya (1913); Evencio Castellanos
(1915); Antonio Estévez (1916); Antonio Lauro (1917); Andrés Sandoval (1924);
Gonzalo Castellanos (1926); Inocente Carreño (1929); Pedro Elías Gutiérrez
(1870-1954), etc.
El hecho de que desde 1954 Caracas haya sido escenario
de los Festivales de Música Latinoamericana, convirtiéndose así en esas
ocasiones en el centro cultural de mayor importancia del continente, es
una prueba del interés que existe por el arte de la música en el país. La
institución "José Angel Lamas" , ha estimulado constantemente el desarrollo
musical venezolano. En el campo de la musicología se destacan Luis Felipe
Ramón y Rivera, Isabel Aretz y Juan Liscano. Las danzas típicas de Venezuela
son el Joropo, el Merengue, el Bambuco, el Tono Llanero, el Corrido, el
Aguinaldo, el Tanguito, Etcétera.