Colombia
La música de los indios colombianos presenta las mismas características que las halladas en otros pueblos americanos anteriores a la Conquista. Todavía se conserva entre los habitantes de la Sabana de Bogotá y en las regiones del centro de Cundinamarca y Boyacá, la tradicional fiesta de las sombras, con las reminiscencias que antaño observaran sus antepasados. Durante las guerras con las tribus vecinas, cada ejército era precedido por músicos militares que, en el momento del encuentro "atronaban el aire y la tierra con el estruendo de las trompetas, bocinas y caracoles", según escribe Fray Pedro Simón. El mismo autor afirma que al triunfar las huestes de Sagipa, de los feroces Panches, celebraron la victoria con "cantares y danzas, tañendo mucha suerte ed instrumentos, que para estas ocasiones y otras de sus fiestas, están bien prevenidos". Fernández de Piedrahita dice que "Danzaban y bailaban al son de caracoles y fotutos: cantaban juntamente algunos versos o canciones que hacen en su idioma y tienen cierta medida o consonancia, a manera de villancicos o endechas de los españoles. De ordinario usan estos bailes en coro, asidos de las manos y mezclados hombres y mujeres". Los indios que habitaron en Tierra Firme poseyeron gran cantidad de instrumentos musicales, cuyos estudios presentan marcado interés, todos ellos de viento y percusión, pues los de pulsación fueron totalmente desconocidos. Los principales instrumentos fueron: el fotuto o botuto, flautón grande de madera, el capador o Flauta de Pan; la chirimía; el chucho o maraca; los tambores, tamboriles y bombos; etc.

Con los conquistadores españoles que atravesaron en todas direcciones el Nuevo Reino de Granada, codiciosos de riquezas y encomiendas, llegaron tambien los misioneros que predicaron las doctrinas de Cristo y enseñaron a los indios los rudimentos del canto y la música.

En 1554 en cartagena se imprimen varias obras de música sacra que resultan anteriores a las mexicanas (1556). Alonso Garzón de Tahuste (1569 - 1664) fué el primer maestro de canturrias de la catedral metropolitana desde 1585. El jesuíta italiano José Dadey (1574 - 1660, fundó en 1604 el primer establecimiento de enseñanza musiacl en el país y construyó un gran órgano para la iglesia de Fontibón. Otro jesuíta, el ecuatoriano José Hurtado (1578 - 1660, estableció una escuela de solfeo. El primer músico colombiano es Juan de Herrera y Chumacero (1680 - 1760), prebítero y maestro de capilla de la catedral en 1853. Fray Juan Pulgar (1763 - 1827), fué también músico de ese período. Nicolás Quevedo Rachadell (1803 - 1874), venezolano radicado en ese país, fué un entusiasta aficionado musical. El inglés Henry Price (1819 - 1863) fundó la Sociedad Filarmónica y la primera escuela de música en Bogotá (1847). Vicente Vargas de la Rosa (1833 - 1898), fué destacado maestro y escribió una "Teoría de la Música".

Uno de los más famosos músicos colombianos del siglo XVIII fué José Joaquín Guarín (1825 - 1854), autor de música sacra y orquestal. Otros destacados músicos del siglo XVIII fueron: Julio Quevedo Arvelo (1829 - 1897), Juan Crisóstomo Osorio y Ricaurte (1836 - 1887), Diego Fallon (1834 - 1905), José María Ponce de León (1846 - 1882), autor de las primeras óperas, Jorge W. Price (1853 - 1955), fundador del Conservatorio Nacional en 1883, Santos Quijano, Manuel María Parraga, Eugenio Salas (1823 - 1853), Teresa Tanco de Herrera, Honorio Alarcón (1859 - 1920), Andrés Martínez Montoya (1869 - 1933), Oreste Sindici (18737 - 1904), autor del Himno Nacional, etc. Entre los compositores modernos figuran: Jesús Bermúdez Silva (1884), Gabriel Escobar Casas (1900), Guillermo Espinosa (1905 - ?), Carlos Posada Amador (1908 - ?), José Rozo Contreras (1894 - ?), Guillermo Uribe Holguín (1880 - ?), Antonio María Valencia (1903 - 1952), Santos Cifuentes (1870 - 1932), etc.

La Sociedad de Conciertos Sonfónicos del Conservatorio funcionó de 1910 a 1935, En 1936 se creó la Orquesta Sinfónica Nacional. Las danzas típicas colombianas son: el bambuco, el pasillo, la guabina, el galerón, la chispa, el porro, la cumbria, el torbellino, etc.